Reír para respirar

Madurez mental... cansada de hacer las cosas bien.

Tenemos la sensación de que escogemos nuestro camino, de avanzamos hacia una libertad cada vez mayor, de que las opciones son diversas y se abren ante nosotros.  Hasta que cumplimos 25? 30?En algún momento acabamos por descubrir que tanta diversidad de opciones no es sino una eficaz manera de domarnos y mantenernos demasiado ocupadas para pensar.

Cada día con más frenos, perdón, obligaciones ineludibles, la hipoteca, los seguros, el coche, … ¿Quién coño baja hoy al perro que no puedo con la vida?

El humor en lo cotidiano

Nos educan para hacer bien las cosas.  Estudiar, aprobar los exámenes con nota, buscar un buen empleo, una buena pareja, una buena casa, tener hijos, coche… Vivir bien, ser físicamente estupendo, aportar a la comunidad, estar al tanto de los 7 mejores destinos para veranear en familia…

Nos cuesta una vida darnos cuenta de quiénes somos. En el mejor de los casos, cuando llegamos a donde se esperaba que llegáramos, descubrimos que no se parece a nada de lo que soñamos. Nos encontramos ante un desconocido que llega con dificultad a final de mes y que no sonríe demasiado. Poco entrenados en darnos placer, y en reírnos de nosotros mismos sin sentir que caemos en el ridículo.

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